Alice Miller, psicóloga suiza, llamó pedagogía venenosa a un grupo de prácticas de crianza que resultan perjudiciales para los niños.
Esta autora se autodenominó investigadora de la infancia, más que psicoanalista o terapeuta. Levantándose en contra de muchos psicólogos de su época, sostuvo que éstos tenían temor a decir la verdad, esto es, que los trastornos mentales de los niños son consecuencia de la mala educación paterna.
Luego de muchos estudios realizados, la autora expresa que los primeros cinco años de vida de un niño se reducen a cómo se sienten los padres con sus hijos y cómo demuestran sus sentimientos. Cuando los niños se han sentido amados, al crecer son más saludables, tolerantes y comprensivos; al igual que muestran un verdadero interés hacia los demás.
Más allá de estar de acuerdo o no con esta particular postura, la pedagogía venenosa de Miller nos advierten sobre los efectos de una educación paterna insana; y de las posibles patologías que podrían derivar de ello.
Alice Miller ha enumerado las características de la pedagogía venenosa, así como las conductas paternas ausentes de la misma.
Dentro de aquellas conductas que pueden considerarse como propias de la pedagogía venenosa, se encuentran: criticar, avergonzar, molestar o burlarse del niño; no permitir que cuestione o se enoje con sus padres; ser impaciente, presionar o controlar excesivamente al niño; creer que el niño debe aprender a controlar sus impulsos y sentimientos tempranamente (especialmente el llorar y el control de esfínteres); creer que al niño se lo debe ver pero no oír, o que demasiado afecto puede ser perjudicial.
Las conductas que no se consideran propias de esta pedagogía son: expresar afecto al niño, besándolo y abrazándolo; respetar sus opiniones y ser comprensivo para con él; y animar al niño a ser curioso y a preguntar sobre las cosas que le despierten interés.
Las características de la pedagogía venenosa nos advierten sobre aquellas conductas que son perjudiciales para el desarrollo saludable de nuestros niños.
Enlace: http://www.maestropsicologo.com/pedagogia-venenosa/
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